jueves, 10 de marzo de 2016

Mensajes en la botella

Mensajes en la botella. Sí, mensajes en la botella. Como suena. O más bien, el equivalente en tierra firme. Un mensaje soltado a la deriva, que no sabes si algún día alguien encontrará. Eso es lo que voy dejando en algunos sitios...

En algún lugar de Almería...
 
Por ejemplo, en un apartahotel de la costa almeriense escribí un mensaje en el reverso de un folleto publicitario de El secreto de Zalamea, tal y como puede verse en las imágenes del artículo.

Mensaje en el anverso de un folleto publicitario

Después me calenté la cabeza buscando dónde esconderlo para que el servicio de limpieza no lo encontrara y lo tirara a la basura.

Escondite para el primer mensaje en la botella

Me pareció que entre las almohadas limpias que no llegué a usar podría estar bien, hasta que algún futuro inquilino las coja para usarlas. Ahí queda el misterio para mí. ¿Lo encontrará alguien? ¿Qué sucederá entonces?


También en Madrid

Pocos días después estuve en un hotel de Madrid, no voy a dar muchas señas al respecto, aunque hay pistas en las fotos que muestro a continuación.


A este hotel ya fui preparado de otra forma. Llevaba una fotocopia de la primera página de la novela.


En esa página escribí otro mensaje en la botella.


Después lo escondí en el interior de una de esas revistas que el hotel deja ahí para que los huéspedes tengan algo que leer. No se me ocurrió mejor sitio pues cualquier otro lugar sería revisado y limpiado por el servicio de habitaciones. ¿Quién lo encontrará? Misterio.


En el minidolmen del algarrobico


El último mensaje en la botella lo dejé dentro del minidolmen que encontré a un kilómetro de el hotel ilegal de El Algarrobico.


No sé qué suerte habrá corrido porque para un par de días después las previsiones daban lluvias, quizás lo arrastraron hasta el cercano mar, quizás alguien lo encontró antes, quizás aún sigue ahí, tras sobrevivir a las lluvias...

¿Tendré alguna vez noticias de alguno de los mensajes en la botella? Ojalá sí.

Pronto colgaré otro artículo en el blog. Hasta luego.

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